El último de los alumnos llegó al aula y se sentó. Era Guillermo Gómez, un joven de 22 años que solía ser de los más participativos en las clases de Mario San Martín. Ya estaban todos los que se suponía que iban a acudir a la charla de esa mañana. Mario los observó en silencio unos segundos antes de empezar a hablar. Minutos antes había escrito las notas habituales en la pizarra para guiar la clase y había pedido al personal de la facultad que preparara el proyector porque lo iba a necesitar. Sobre la mesa tenía una botella de agua mineral. Bebió un poco para aclararse la voz y empezó la clase sentado.
-En primer lugar debo pediros disculpas, la semana pasada sufrí un desmayo antes de venir a la charla -comenzó diciendo-. Para no haceros perder más dinero si os estáis pagando los estudios o para no desperdiciar el del contribuyente si habéis recibido una beca, procuraré desmayarme cuando no tenga que venir. Así de paso no pierdo el poco dinero que me pagan por venir a hablaros una vez al mes. Iba a hablaros de esto, pero la semana pasada no pude, así que vamos a por ello hoy -sobre la especie de lona que reflejaba el contenido del ordenador pizarra se proyectó una imagen de una noticia después de que Mario pinchase dos veces el ratón sobre un acceso directo a Internet Explorer-. Esta noticia se publicó en la web del diario El Mundo el miércoles 22 de septiembre del año 2004. Seguramente la recordaréis, aunque sea de antes de que empezarais a estudiar esta carrera. Zapatero propone a la ONU crear una alianza de civilizaciones entre occidente y el mundo árabe -leyó el titular-. Eran sus inicios como presidente del Gobierno de España, había sido elegido en las elecciones del 14 de marzo del mismo año, tres días después de los atentados en los trenes de cercanías de Madrid. Aquel presidente del Gobierno que comenzó su mandato retirando las tropas españolas de Irak como había prometido que haría, enviaba al mundo un mensaje de paz para unir oriente y occidente. Hasta aquí todo bien, ¿no? -preguntó a los alumnos, que no contestaron-. Bien, veamos si esto os parece tan bien... -Mario minimizó la ventana de Internet con la primera noticia y pinchó otra vez dos veces sobre otro acceso directo. La ventana cargó unos segundos segundos después-. Noticia publicada en la página web del diario El País el pasado viernes 15 de abril. Bomba de racimo, un arma devastadora que España fabricó hasta 2008. El Gobierno de Zapatero firmó hace dos años y medio, es decir, en 2005, más o menos un año después de la comparecencia del presidente ante la Asamblea General de Naciones Unidas, la Convención de Oslo, que prohibía el uso de esta munición. Un año antes, una empresa española produjo las que ahora explotan en Libia. España fue uno de los 30 países firmantes en 2008 de la Convención de Oslo, en la que se comprometió a no emplear, desarrollar, adquirir, almacenar, conservar o transferir a nadie, se abren comillas, bajo ninguna circunstancia, se cierran comillas, bombas de racimo. Antes, sin embargo, fue uno de tantos en tener y producir este tipo de munición. Las que ahora usa Gadafi en Misrata contra los rebeldes fueron fabricadas en España en 2007. Como veis, esta última frase sirve de hipervínculo a otra noticia en la misma web -pinchó el ratón sobre el enlace, abriéndose una ventana nueva con una noticia titulada 'Gadafi ataca Misrata con bombas de racimo fabricadas en España en 2007'-. En fin, tenemos a un presidente del Gobierno que en un principio parecía ser un adalid de la paz, del buenrrollismo, del diálogo y del talante, pero que en realidad, cosas de la vida, no lo es. Sólo es un nuevo presidente de un país occidental que al no tener recursos naturales como petróleo, gas natural, diamantes o coltán, permite, facilita, incentiva o como queráis decirlo, que empresas privadas de armamento produzcas armas como las bombas de racimo para venderlas a cualquiera que quiera comprarlas, véase el dictador Muamar el Gadafi. Occidente vendiéndole armas a oriente. Un estado presuntamente democrático como el español vendiéndole armas, bombas de racimo, a un dictador de oriente. Un presidente como José Luis Rodríguez Zapatero, promotor de la muy bonita fonéticamente hablando alianza de las civilizaciones, rimbombante, con más sonido que realidad, uniendo dos civilizaciones, la occidental de la que forma parte España, y la oriental, la árabe, de la que forma parte Libia. Pero no uniéndolas con tratados de paz, sino con la compra-venta de armas. Y uno de los fines de la compra-venta de armas, aunque os cueste creerlo, es matar gente gastando o invirtiendo dinero en armas y ganar dinero mientras que quien te paga, mata. Es un poco repetitivo, pero es la realidad. Tan real como que el mismo hombre que quiere crear una alianza de civilizaciones, se supone que pacífica, promueve la venta de armas a un dictador. Una figura política y muchas veces militar, o la mayoría de las veces, no tengo las estadísticas de cuántos dictadores son militares y cuántos no, que normalmente no se vale de medios pacíficos y democráticos para llegar al poder, proclamarse dictador y mantenerse en el cargo. Lo lógico es que los países democráticos, si tuvieran gobernantes realmente democráticos, no firmasen acuerdos de este tipo con esos dictadores. Sin embargo, de cualquier de personas más o menos informada y curiosa es conocida la amistad de Muamar el Gadafi con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi -Mario minimizó las ventanas, hizo doble click en otro enlace directo y se abrió una nueva ventana, en esta ocasión a una noticia de la web de RTVE.es-. Aquí vemos -continuó una vez cargada la página- cómo Gadafi visitó Roma el día 30 de agosto del año 2010 y cómo durante la visita -hizo click en el texto 'Ampliar foto' que había en la parte superior de una de las fotografías que ilustraban la noticia-, tal y como se dice en el pie de la fotografía, Gadafi se reunió, entre otras, con estas dos jovencitas en una tienda instalada en la embajada libia de la capital italiana. Como podéis ver, las jovencitas, no las llamo yo así, sino que de esta manera son mencionadas en el texto, no son feas.
Mario calló durante unos segundos y observó las caras de los alumnos. Alguno sonreía al ver a las dos mujeres. Otros miraban con seriedad. La mayoría de las alumnas, notó Mario, miraban con asco.
-Igual que vosotros, dudo que estas dos jóvenes islamizadas fueran recibidas por Gadafi con el propósito de conocer su cociente intelectual para jugar una partida al Trivial Pursuit. En lugar de quererlas por su inteligencia, seguramente las querría por su físico para que formaran parte su harén y poder acostarse con ellas. El problema de este tipo de comportamientos machistas, patriarcales o como queráis llamarlos, no es que existan por parte de los hombres, cosa natural en el machismo y el patriarcado, si fuera cosa de mujeres sería feminismo y matriarcado. El problema radica en que haya mujeres dispuestas, y con total conocimiento a lo que se exponen o pueden exponerse, a ser islamizadas y formar parte de esas comitivas de mujeres que tienen el dudoso honor de ser juguetes de Gadafi o de cualquier otro dictador. O en general, de cualquier hombre o persona.
-Me siento avergonzada como mujer -dijo una alumna en voz alta interrumpiendo a Mario-. Esas dos putas me dan asco.
Un murmullo se escuchó en toda la clase como reacción a lo que dijo la alumna. Muchas de sus compañeras la miraron y asintieron con la cabeza.
-Te entiendo y no voy a negarte que son putas -contestó Mario-. Ni voy a pedirte que no te refieras a ellas como putas porque sea un término denigrante para ellas. Seguramente desde ese día ya se han denigrado en bastantes ocasiones ellas mismas y no tienen ningún tipo de derecho moral o ético para exigir disculpas o perdón a quien las llame putas. No creo que merezcan respeto cuando quieren ser utilizadas sexualmente, cuando lo hacen por propia voluntad. Las mujeres de Europa del Este, África o Sudamérica que son esclavizadas y obligadas a prostituirse por un proxeneta hijo de puta sí que merecen ayuda y no merecen que se las llame así. Pero no os quiero hablar de prostitución, sino de cómo enfrentaros a la realidad, de conocerla y obrar después de la mejor forma posible. No os quiero dar una lección de Periodismo por dos motivos. La primera es que no puedo porque no soy periodista. La segunda es que Ramiro Villanueva no me deja. Lo que sí me deja es guiaros de la mejor manera posible por el mundo desde mi punto de vista personal, ya que cree que os valdrá de algo. Pues bien, si alguno de vosotros quiere aprender algo, que escuche y a lo mejor saca alguna conclusión. Lo que quiero mostraros es cómo es posible que un político, que un presidente del Gobierno, al que tal vez algún día tendréis la oportunidad de entrevistar, es capaz de defender la paz y la alianza de las civilizaciones un día, y al siguiente facilitar la venta de armas a un dictador como Gadafi. Cómo es posible que un hombre con claro carácter feminista es capaz de facilitar la venta de armas a un dictador como Gadafi que trata a las mujeres como meros objetos sexuales en un espectáculo bochornoso para la dignidad de las mujeres, cuando se supone que Zapatero es un defensor del mal llamado sexo débil. No hay un sexo débil y otro fuerte. Hay personas débiles y personas fuertes, hombres débiles y hombres fuertes, mujeres débiles y mujeres fuertes. Pero ni todos los hombres son fuertes ni todas las mujeres son débiles. ¿Por qué Zapatero no prohibió la venta de armas desde el primer momento en que llegó a La Moncloa y tuvo la capacidad legislativa para hacerlo? ¿Por qué Zapatero firmó en nombre de España la Convención de Estocolmo, comprometiéndose desde el 2008 a prohibir el uso de las bombas de racimo, pero permitió que una empresa armamentística española las comercializara y vendiera, por ejemplo a Gadafi? ¿Queda perdonado de permitir la venta de armas sólo porque en un momento dado firmó este acuerdo? ¿Cómo es posible que la ciudadanía defensora de la democracia no plante cara a un presidente del Gobierno que se burla de tal manera de los principios que dice defender y es cómplice de todos los asesinatos perpetrados por Gadafi gracias a las armas españolas?
Mario volvió a coger el ratón y pinchó en el enlace a otra noticia de la web de RTVE.
-El 24 de junio del año 2010, un par de meses antes de la visita de Gadafi a Italia, el presidente Zapatero viajó a Libia y fue recibido con honores militares. Según la noticia, Zapatero evaluó las relaciones políticas, económicas y bilaterales que se habían intensificado en los últimos años -leyó-. ¿Qué hace un presidente de un país supuestamente democrático y defensor de la alianza de las civilizaciones intensificando las relaciones políticas, económicas y bilaterales con un dictador como Gadafi? ¿Esto tiene sentido, es lógico? ¿Tiene el permiso de los españoles para vender armas a Gadafi promoviendo su uso en una guerra mientras dice defender la paz? A Zapatero no le votó Gadafi en las elecciones del 2004. Ni en las del 2008. Fueron los votantes españoles. Es a estos ciudadanos, a vosotros, aunque no le votarais, a quienes tiene que rendir cuentas y gobernar de forma democrática, transparente, sin mentiras. Que yo no vote a un partido político que gobierne no significa que no pueda ni deba exigirles que gobierne de esta forma. Tengo el mismo derecho que el votante del Partido Socialista, del Partido Popular, de Izquierda Unida, de Unión Progreso y Democracia o de cualquier otra formación política. Igual que vosotros. Pero vuestra tarea en este país, si queréis ejercer la profesión periodística cuando acabéis los estudios, es formar a la ciudadanía. Villanueva me ha pedido que ponga énfasis en eso, en que tenéis que formar a la ciudadanía, educarla desde vuestro altavoz. Un altavoz privilegiado pero de mucha responsabilidad. Yo como escritor puedo inventar totalmente lo que escribo y continuamente lo hago, por algo escribo novelas, no ensayos ni libros o manuales de Historia. Vosotros no. Os voy a mostrar una portada de un periódico que si no conocéis seguramente os sorprenderá, pero que os ayudará a comprender muchas cosas. O al menos eso espero.
Mario se levantó de la silla, bebió un poco de agua y llamó a la delegada de clase, Margarita.
-Por favor, reparte estas hojas. Cuatro para cada uno de tus compañeros, están grapadas -le dijo.
Margarita cogió el taco de hojas y repartió cada copia grapada. Cuando todos tuvieron una, se sentó y Mario prosiguió.
-Es la portada del diario ABC el 20 de abril de 1939, unos meses antes de que estallara la II Guerra Mundial. Como veis, ABC dedicó la portada de ese día a Adolf Hitler y le hizo este dibujo tan bonito como regalo de cumpleaños -dijo Mario mientras caminaba delante de la pizarra con una copia de las hojas entregadas a los alumnos-. Las otras tres hojas que tenéis son una crónica que un periodista del mismo periódico escribió tras reunirse con Adolf Hitler en el año 1923, diez años antes de llegar al poder en Alemania y comenzar doce de los peores años de la Historia de la Humanidad, y una columna de opinión de Jaime Campmamy en el mismo periódico en el 2004. Cuando ABC publicó la portada que veis, Europa ya estaba prevenida de lo que Hitler pretendía. No era un secreto que quería eliminar a los judíos porque los odiaba hasta la muerte. No era un secreto que era un peligro tremendo para la propia Alemania, Europa y el mundo. En el cumpleaños de Hitler -comenzó leyendo-. Hoy, 20 de abril, cumple el Canciller del Reich cincuenta años y con este motivo Alemania celebra grandes fiestas, a las que asiste una Comisión española, presidida por el glorioso general Moscardó, el héroe del Alcázar de Toledo. ABC se honra en esta fecha publicando en su primera página el retrato del jefe del Estado alemán. Entre paréntesis, dibujo de Solís Ávila.
Guardó unos segundos de silencio antes de proseguir.
-Quiero que leáis ahora la crónica y la columna de opinión. Cuando todos lo hayáis hecho, quiero que me contéis lo que os parecen.
Los alumnos empezaron a leer mientras Mario se llevó la mano al bolsillo izquierdo del pantalón. Le vibraba el teléfono móvil, le estaban llamando.
-Disculpadme un momento, me llaman por teléfono, ahora mismo vuelvo -les dijo a los alumnos mientras salía del aula.
-Oye guapa, ¿qué tal si quedamos después para tomar algo?
-No gracias, eres demasiado joven. Dedícate a leer y déjame.
-No me hace falta leerlo, si quiero decir algo esperaré a que hablen otros antes y saber de lo que va.
-No voy a salir contigo ni luego, ni mañana, ni nunca. No lo intentes, pierdes el tiempo.
Mario entró en la clase.
-Os doy dos minutos más y empezamos -dijo mientras caminaba hacia la mesa y se sentaba.
-No recuerdo haberte visto antes en clase, ¿quién eres?
-Soy una mujer que nunca va a salir contigo.
-Quiero saber tu nombre.
-Qué pena, yo no quiero decírtelo.
-¿El ABC era nazi? -preguntó un alumno.
-ABC siempre ha sido un partido conservador, de derechas. Lo cual no es malo en sí mismo, depende de hasta qué punto lleve el ser de una determinada ideología. En 1923 no se veía mucha crítica a Hitler, ¿verdad? En 1939 menos todavía. De hecho dedicó su primera página a Hitler, lo cual es vomitivo. ABC fue un diario franquista durante toda la dictadura, apoyó a Franco. Y sólo hay que ver lo que escriben algunos de sus columnistas en tiempos de supuesta democracia. Jaime Campmany es un ejemplo. ¿No tiene nada de malo dejar las estatuas y los nombres de las calles homenajeando a un dictador porque el dictador está muerto? Id a Alemania, a ver cuántas estatuas y calles hay todavía hoy homenajeando a Hitler. O en Italia haciendo lo propio con Mussolini. El ejemplo de que Felipe González decía que no había necesidad de quitar las estatuas de Franco no es válido, González es uno de los ejemplos de que los políticos de la Transición no hicieron más que hacer como si nada de lo que pasó hubiera pasado. Que se lo digan a todos los que quieren recuperar los cadáveres de sus antepasados para enterrarlos... Franco sí que está bien enterrado en El Escorial. Y no sé si lo sabéis, pero columnistas actuales del ABC, como Hermann Tertsch, parecen vanagloriarse de que Franco no fue asesinado, sino que murió por causas naturales. ¿Es que decir que Franco, le pese a quien le pese, murió tranquilamente en la cama y levantó a España de la miseria es fruto de una mente democrática y lógico en un periódico que se supone que defiende los valores de la democracia? El único que podía levantar al país de la miseria provocada por una guerra civil es quien gana la guerra. Y da la casualidad de que la ganó el bando franquista. Y da la casualidad de que la miseria fue creada por él al iniciar el conflicto en 1936. Franco no llegó para salvar nada, dio el golpe de Estado para tener el poder y ser un dictador, matar a quienes eran para él los enemigos de España, pero España no estaba hundida. Que los republicanos que gobernaron durante una parte de la II República eran comunistas, claro que lo eran. Que el ABC tiene todavía dejes franquistas, claro que los tiene. ¿Os imagináis algún periódico democrático en Alemania lamentándose hoy día por que Hitler tuvo que suicidarse en su búnker de Berlín porque los aliados derrotaron al nazismo? Es complicado pensarlo, ¿verdad? Pues aquí en España tenemos un periódico, en el que obviamente no todos los periodistas que trabajan en él son franquistas, pero cuya línea editorial no es crítica con el franquismo, sino defensora del franquismo. Es un arma propagandística defensora de esa dictadura y cuyo fin no es formar y educar a una ciudadanía democrática, sino formar y educar con propaganda de derechas. Igual que el objetivo de Público es ser un arma propagandística de la izquierda que azota a todo lo que se mueve por la derecha, no creáis que si los de un lado son malos los del lado contrario automáticamente son buenos por estar enfrente de los malos. Que los comunistas estén en el lado teóricamente contrario que los nazis no les convierte en buenas personas. No eran buenas personas. Stalin no fue un buen gobernante, fue un dictador atroz, igual que Hitler. De hecho pactaron, se aliaron durante un tiempo. La diferencia entre un buen periodista y uno malo que en realidad es propagandista radica en parte en esto, en dar a conocer la realidad, en dar argumentos y todos los datos posibles para que el lector pueda estar de acuerdo o desacuerdo, eso es otra cosa, pero al menos sabiendo que el periodista pone todas las cartas encima de la mesa y que es honesto -hizo una pausa-. ¿Alguno de vosotros sabe cómo se conocía a Mao en China?
Ningún alumno contestó.
-El Gran Timonel -dijo finalmente Mario al ver que ningún alumno conocía la respuesta-. ¿Sabéis cómo llama Herman Tertsch a Zapatero? -hizo una nueva pausa-. En efecto, lo llama Gran Timonel. ¿Acaso Zapatero es comunista? ¿Es que España es actualmente una dictadura comunista y Zapatero lleva a cabo políticas comunistas? ¿Es que la derecha política está desaparecida en combate, prohibida, censurada, perseguida? Claro que no. Tertsch es un gran propagandista de la derecha contra la izquierda. Pero es un pésimo ejemplo de periodista y no sería bueno que alguno de vosotros quisiera ser como él. Igual que Intereconomía. Si en España hubiese una dictadura, no existirían ni el ABC ni Intereconomía. Y de existir tendrían que informar de lo que quisiera el Gobierno, como ocurría durante el franquismo, cuando las emisoras tenían que conectar con Radio Nacional para emitir los informativos que emitía la radio estatal y algunos medios intentaban saltarse la censura. Ahora no hay censura, los medios publican lo que quieren, los escritores publicamos lo que queremos, siempre y cuando no intentemos joder a lo monarquía, eso sí. Porque Juan Carlos y la monarquía son intocables y si nos pasamos de la raya nos secuestran la publicación... Estas son cosas que deberías saber porque os las deberían haber enseñado, pero no sé si es así. Sólo conociendo el pasado político y mediático en España podéis conocer cómo es el presente. Sólo sabiendo de dónde venimos podéis saber quiénes somos y por qué somos así. Yo como novelista puedo inventarme lo que escribo. Debo inventarme lo que escribo, para eso soy novelista y escribo ficción. Vosotros no podéis ir a un medio de comunicación y decir o escribir que Zapatero es un Gran Timonel porque no es un dictador comunista. No podéis defender que haya calles y estatuas homenajeando a un golpista a y un dictador como Franco, igual que en Alemania no puede haber periodistas que defiendan a Hitler o en Italia defendiendo a Mussolini. O en Rusia defendiendo a Lenin o a Stalin, me da igual. O decir que un presidente no dictatorial es como un dictador calificándolo con el mismo apelativo que al dictador. Queda mucho para tener un Gobierno realmente democrático en España, pero estamos lejos de la China o la Rusia comunistas. Eso no es información, es opinión. Pero no es una opinión válida, es una opinión que traslada una mentira. Es propaganda pura y dura, no es formación ni educación periodística...
Mario se calló mientras los alumnos estaban en silencio. Algunos tomaban notas. Otros simplemente le miraban. En mitad del silencio, se oyó una bofetada y uno de los alumnos se levantó hecho una furia gritando.
-¿¡Qué coño haces!? -le gritó a la mujer que tenía al lado.
La clase comenzó a hablar, la mayoría de los alumnos no sabían lo que había ocurrido y estaban sorprendidos al ver al compañero levantado.
-¿Qué ocurre ahí? -preguntó Mario dirigiéndose hacia donde estaba el alumno levantado-. ¿Qué pasa?
Mario llegó a donde estaba el joven. Se llamaba Fran, tenía 22 años.
-¡Esta tía me ha pegado una bofetada! Sólo le he tocado un poco la pierna, no es para que se ponga así -se justificó el chico.
La mujer miraba indignada al joven. Cuando Mario la vio, la reconoció.
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